Antes de comenzar con los cuidados de tu piel, vamos a contarte qué es y qué funciones tiene. De esta manera, seguro que la mirarás con otros ojos y te volcarás en su cuidado. La piel separa tu organismo del medio ambiente externo y a su vez, es la que interacciona y establece comunicación con el exterior. Tiene como función principal la de protegerte y durante casi todos los tratamientos oncológicos esa función barrera se va a alterar. Nuestro principal objetivo es enseñarte cómo reparar esa piel además de cómo calmar, limpiar, hidratar, nutrir y protegerla, restaurando así la fisiología de tu piel.
Antes de comenzar con la rutina facial, voy a contarte cómo es tu piel y qué funciones tiene. De esta manera, estoy segura de que la mirarás con otros ojos y te volcarás en sus cuidados.
La piel es el órgano más grande de tu cuerpo, mide 2m2 y pesa aproximadamente 5Kg (depende de tu estatura y de tu peso).
Impresiona, ¿verdad?
Y es diferente según qué zona recubre.
Es muy gruesa y dura en las palmas de las manos y en las plantas de los pies, y es tremendamente delicada en los párpados o en los labios menores de la vulva femenina. Te envuelve de manera completa, y en los orificios naturales de tu organismo, se transforma paulatinamente en mucosa.
De fuera hacia dentro, se distinguen tres capas de tejido: epidermis, dermis y tejido subcutáneo o hipodermis.
*Factor Natural de Hidratación.
¿Qué es?: Se trata de un conjunto de sustancias que se encuentran de forma natural en la piel y que tienen la capacidad de retener agua. Estas sustancias incluyen aminoácidos, ácido láctico, urea, ácido pirrolidona carboxílico, ácido hialurónico, entre otros. ¡Qué montón de palabras técnicas que casi no se pueden pronunciar!, ¿verdad? Quédate con la idea de que se trata de un montón de sustancias con gran capacidad hidratante. (Atent@ a este factor, porque lo verás en muchos cosméticos)
¿Te lo imaginas?
Te dejo una imagen para que visualices con mayor claridad.
Tu piel cuenta con un ejército de defensa muy bien organizado.
La piel separa tu organismo del medio ambiente externo y a su vez, es la que interacciona y establece comunicación con el exterior.
La piel tiene como función principal protegerte del exterior, ser filtro y función barrera, que consiste básicamente en retener la humedad e impedir la entrada de sustancias tóxicas, protegernos de la radiación solar, del frío y del estrés oxidativo, y evitar la invasión microbiana. Por si fuera poco, te transmite gran cantidad de información del exterior a través del tacto, la presión, la temperatura y dolor mediante sus numerosísimos receptores. Y tú la transmites al exterior de la misma manera. Te pongo ejemplos claros: depende de tu estado emocional, tu piel se sonroja, palidece, tu pelo se eriza o emana olor (feromonas*).
*Feromonas: proviene del griego “phero” y “hormone”; cuya suma podría traducirse como “llevar excitación”. En 1986 un grupo de científicos, probaron que los seres humanos producimos feromonas. Sus investigaciones afirman que las feromonas humanas pueden comunicar el estado de ánimo o salud; y por supuesto, son un medio para indicar la disponibilidad o compatibilidad sexual.
Me encanta contarte curiosidades como esta...
Durante casi todos los tratamientos oncológicos, la piel va a experimentar cambios, será más sensible y la sentirás muy seca, ya que se alterará su función barrera. Tienes que ponerte manos a la obra e intentar repararla.
El principal objetivo es reparar la función barrera de tu piel y además: aliviar, calmar, limpiar, hidratar, nutrir y proteger, restaurando así la fisiología de tu piel.
Cada paciente es especial, tanto por su tipo de piel como por las alteraciones que sufre durante su tratamiento y es difícil aconsejar cuidados de manera general.
Lo que sí está claro es que debes cuidarte, que lo necesitas y que además te hace sentir bien. A través de nuestra piel, nos damos a conocer al mundo. Es nuestra tarjeta de presentación. Si algo te gusta o no, dices: “es cuestión de piel”, ¿verdad? Pues en este caso, tu caso, es cuestión de “tu” piel. Y la vas a mimar, eligiendo la cosmética adecuada, observando cómo mejora y cómo esos efectos secundarios van calmándose o incluso desapareciendo.
Escribiré sobre los distintos tipos de piel y los efectos secundarios y te explicaré qué puedes hacer en cada caso durante las próximas semanas.
Pero, para empezar, te cuento los tres pasos generales e indispensables que debes seguir en tu rutina facial: Higiene, Hidratación y Fotoprotección.
No te pierdas el siguiente post con el primer paso: HIGIENE.
Nos vemos en el camino.