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Rutina cosmética

Rutina facial - Segundo paso: Hidrata y mima tu piel

La piel seca es un efecto secundario muy frecuente en los tratamientos oncológicos. ¿Qué sucede en tu piel para que la notes seca, tirante, áspera, fràgil, descamativa? ¿Qué debes hacer para mantener hidratada tu piel?¿Puedes seguir utilizando tus cosméticos habituales? Todas las respuestas las encontrarás en este post.

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La piel seca se denomina xerosis, y si sientes picor se denomina prurito.

Este efecto secundario se produce muy frecuentemente si has recibido quimioterapia, terapias dirigidas, radioterapia, inmunoterapia o un trasplante de médula ósea. 

¿Cómo se produce?

¿Qué sucede en tu piel para que la notes seca, tirante, áspera, frágil, descamativa?  La pérdida de la hidratación de la piel se produce porque su capa más superficial (la capa córnea de la epidermis) es incapaz de mantener o retener el agua en su interior y pierde sus características de elasticidad y flexibilidad, así como su función de barrera. 

En condiciones normales, la piel mantiene una correcta hidratación y una adecuada concentración de agua a través de una serie de factores: la epidermis, el manto lipídico y el factor natural de hidratación. Pero cuando alguno de éstos se altera, se produce la deshidratación. 

Te cuento, de manera fácil y sencilla qué son estos factores:

  • La epidermis es capa más superficial de la piel:

Sus células forman una especie de “muro de ladrillos”, que está continuamente recambiándose. Su último estrato se llama estrato córneo y está formado por queratina. Este estrato tiene dos funciones principales: forma parte de la barrera mecánica o física y mantiene el agua evitando la deshidratación de la piel.  

  • Manto lipídico de la piel:

Entre los lípidos que lo forman se encuentran las ceramidas, los ácidos grasos esenciales (como el ácido linoleico) y el colesterol. Forman una “película” y se sitúan encima de la capa córnea, contribuyendo a retener el agua en la piel. Son la parte química de la barrera.

  • Factor Natural de Hidratación (FNH):

Es una sustancia formada por aminoácidos y sales derivadas de la filagrina (proteína fundamental para la unión de los queratinocitos) que es capaz de absorber el agua ambiental y la del interior de la piel para que el estrato córneo mantenga un 15-20% de agua. Cuando esta agua es < 10% se forman las escamas y se produce la xerosis. 

Además, tu piel contiene otros factores humectantes como el ácido hialurónico, el glicerol y el lactato, de los hablaremos en otros posts. 

Creo que por hoy, suficientes “palabrejas técnicas” y suficientes “clases de anatomía”...

Una vez que sabes de qué forma natural funciona tu piel para mantenerse hidratada, es obvio que los objetivos de este segundo paso de tu rutina serán: 

  1. Aportar y mantener el contenido hídrico de la capa córnea
  2. Restaurar los lípidos del manto lipídico

¿Y cómo lo haces?

¿Qué ingredientes deben contener? ¿Utilizas crema, serum, leche, pomada, loción? ¿Cuántas veces me las tengo que aplicar? ¿Puedo seguir utilizando mis cremas? 

Vayamos por partes. Lo primero de todo, tienes que saber que el producto que utilices debe ser:

  • Humectante, que aporten el agua de forma activa como el ácido hialurónico, el glicerol, la urea, los factores naturales de hidratación reconstituidos (mezcla de aminoácidos, lactato de sodio, ácido láctico, citratos y otros). 
  • Emoliente, que evite la pérdida de agua transepidérmica, como el aceite de rosa mosqueta, vitamina F o aceite de borraja.
  • Reparador del manto lipídico, como las ceramidas, los ácidos grasos esenciales y el colesterol que se encuentran en la manteca de karité, aceite de onagra, aceite de oliva, o aceite de jojoba entre otros.

Las formas galénicas son muy variadas: cremas, pomadas, emulsiones, leches, serums, ungüentos, geles, lociones, espumas, pasta... La elección será diferente según la situación en la que se vaya encontrando tu piel. En este momento, tú serás la que decida qué forma galénica te gusta más y con la que te sientes más a gusto. En general, te recomendamos las cremas “blancas” que son emulsiones mezcla de agua y aceite que contienen ingredientes humectantes, emolientes y oclusivos, ideales para conseguir una piel bien hidratada. O los sérums hidratantes y emolientes, y las aguas termales para aplicar de manera continua si sentimos tirantez en el rostro, aunque al final, eres tú la que decides. 

Debes saber que el cosmético que emplees para el rostro no lo debes emplear también para el contorno de ojos ya que tu piel en esta zona es mucho más fina, sensible y delicada. Utiliza un cosmético específicamente formulado para esta zona.

Trucos para aplicar el contorno de ojos:

  • Aplica una dosis pequeña, como un granito de arroz
  • Haz que penetre el producto a pequeños toques con el dedo anular (es el dedo que ejerce menos presión)
  • Extiende tu contorno desde el lacrimal hacia la sien
  • Evita el párpado superior ya que es fácil que se irrite
  • La hidratación la debes realizar mínimo dos veces al día: por la mañana y por la noche y no te olvides del cuello y del escote

Si quieres, puedes aplicarte después agua termal con función humectante y calmante. El agua termal la puedes aplicar en tu rostro, las veces que sean necesarias. Truco para mantener tu piel hidratada todo el día: lleva siempre un pequeño envase en spray de agua termal en tu bolso para tenerla siempre a mano. La puedes aplicar encima del maquillaje sin problema.

Importante aplicar hidratante y reparador labial en tus labios dentro de tu rutina diaria.

¿cómo debe ser tu reparador labial?

Mi recomendación es que entre sus ingredientes principales estén la vitamina E, pantenol, aceite de jojoba o manteca de karité entre otros ingredientes. 

Con mucha frecuencia me preguntáis en consulta si podéis continuar usando vuestros cosméticos habituales. 

Mi recomendación es que compruebes el INCI de tus cosméticos y mires si contienen: alcohol, parabenos, AHAs como el ácido glicólico, retinol, ácido bórico, ácido benzoico, benzoato sódico, fragancias, peróxido de benzoilo, perfumes, nitrosaminas, ftalatos, formaldheido, oxibenzona, resorcinol, octinoxate, benzophenona, 4-cloro-metilfenol, DEP o diethylftalate,methylbenzilidene campfor, homosalate, octamethylcyclotetrasiloxane, geraniol fragancia, cinnamal fragancia, citronelle fragancia, eugenol fragancia, coumarin fragancia, sodium benzoato, BHT, BHA, ethylhexylglycerin, ...

Lo más seguro es que sí, así que te aconsejo que no los utilices.

Espero haberte ayudado, pero si te surgen dudas o quieres que hable de algo en especial, no dudes en escribirme. 

Nos vemos en el camino.

Referencias

.  Herrerías, G. La guía definitiva para el cuidado de la piel. Diciembre 2020. Ed. Sublime diseño de Soluciones. 2ªedición.

. Fernández, E. Guía de Cosmética Oncológica. Criterios de selección de un buen cosmético. Febrero 2020. Ed. Punto Didot.

.  Zamarrón A, Lorrio S, González S, Juarranz A. Fernblock prevents dermal cells damage induced by visible and infrared a radiation. Int J Mol Sci. 2018.

www.aecc.es

. Manual de Dermatología, 2.ª edición. Editores: J. Conejo-Mir, J. C. Moreno, F. M. Camacho, pp. 2-27. ISBN Volumen I: 978-84-7885-628-2. ISBN Obra completa: 978-84-7885-627-5. ISBN Volumen II: 978-84-7885-629-9