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Cuida tu pelo

La caída del cabello y su relación con la quimioterapia

El cáncer puede afectarte de muchas maneras diferentes, pero sin duda la parte mental es una de las más importantes. La pérdida del cabello se convierte, por tanto, en uno de los principales elementos a tratar en estos casos. Pero... ¿qué relación tiene con la quimioterapia?

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El cáncer tiene síntomas antes, durante y después del tratamiento. Síntomas desagradables, que anulan como persona al paciente, y que le hacen entrar en un estado mental del que difícilmente se puede salir indemne.

Aunque parezca increíble, la caída del cabello causada por la quimioterapia es uno de los efectos secundarios más angustiantes de los tratamientos de quimioterapia ya que, básicamente, es el “símbolo mundial” de que tienes cáncer.

La caída del cabello sucede porque la quimioterapia afecta a todas las células del cuerpo, no sólo a las células cancerosas. Pero, sobre todo, a aquellas que como las cancerosas, tienen un crecimiento más rápido. El tejido que recubre las paredes de la boca y del estómago, la médula ósea, encargada de formar las células de la sangre, así como los folículos capilares, son especialmente sensibles, ya que sus células se multiplican rápidamente, como las células cancerosas.

La diferencia es que las células normales se reparan a sí mismas, lo que hace que estos efectos secundarios sean temporales.

Tienes que saber que:

  • No todos los tratamientos de quimioterapia producen caída del cabello. Que el cabello se caiga, se debilite o mantenga su condición depende de los fármacos y las dosis.
  • La caída del cabello puede ocurrir a partir del segundo o tercer día después del primer ciclo de quimioterapia, aunque es posible que no suceda hasta después del segundo ciclo de quimioterapia.  
  • Puede suceder de forma repentina o lenta.
  • Se puede perder todo el pelo o sólo una parte.  
  • Suele caerse en mechones sin seguir un patrón uniforme.  
  • Se suele caer todo el pelo y no sólo el de la cabeza, afectando también a cejas, pestañas o vello púbico.

En casi todos los casos de caída del cabello causada por la quimioterapia, el cabello vuelve a crecer después de los tratamientos.  

El pelo puede volver a crecer de tres a seis meses una vez finalizado el tratamiento o mientras todavía recibe quimioterapia. Y no es raro que su "nuevo" cabello tenga un color o una textura diferente.

La toxicidad es mediada directamente por un estímulo tóxico directo a las células que se dividen rápidamente en el folículo piloso. Al detener de forma súbita la actividad mitótica, es decir, de crecimiento, lleva a la pérdida de pelo. Como la mayoría del pelo se encuentra en esta fase que es la fase anágena, su pérdida es abundante.

No todos los agentes quimioterapéuticos tendrán la misma toxicidad y los que más causan esta condición son: doxorrubicina, adriamicina, daunorubicina, etopósido, irinotecan, ciclofosfamida, epirubicina, docetaxel, paclitaxel, ifosfamida y topotecan.


¿Se puede prevenir la caída del cabello?

La alopecia es un signo asociado al cáncer que causa en la mayoría de las mujeres una pérdida de su sensación de feminidad, una baja autoestima y un agravamiento de la enfermedad.

En los últimos años han aparecido en el mercado los gorros hipotérmicos. Es una técnica que consiste en reducir la temperatura del cuero cabelludo unos grados inmediatamente antes, durante y después de la administración de la quimioterapia. Esto reduce el flujo sanguíneo de los folículos del pelo, lo que podría  prevenir o minimizar la pérdida del cabello. Algunos estudios sugieren que quizá la reducción en la actividad bioquímica del folículo durante el enfriamiento hace al pelo menos vulnerable al daño que le produce la quimioterapia.

Uno de los últimos estudios, se llevó a cabo por el Servicio de Hospital de día Oncológico del Hospital Universitario Infanta Cristina, comprobando si las pacientes sufrían una menor caída del cabello y valorando la posible aparición de efectos adversos.

Se realizó un estudio retrospectivo de la práctica clínica habitual en mujeres con cáncer de mama, tratadas con docetaxel, paclitaxel o doxorrubicina (citostáticos que suelen causar alopecia severa). Se Incluyeron a 39 mujeres con cáncer de mama en tratamiento activo. A estas mujeres se les colocaba un gorro hipotérmico 15 minutos antes, durante y 15 después de administrar la quimioterapia, cada vez que se administraba el tratamiento. Para medir la alopecia se utilizó una escala que clasificaba la alopecia en tres grados. Grado 0 no alopecia; grado 1 caída desde 0% a 25% (mínima alopecia); grado 2 >25% y <50% (moderada alopecia); grado 3 >50%. Se evaluó a las pacientes antes de iniciar el tratamiento y a su finalización.

De los 39 tratamientos se interrumpieron un total de 14 (35,9%), siendo 10 (26%) por mala tolerancia al frío y 4 (10%) por reacción al fármaco o cambio a otro tipo de tratamiento citostático.

De los 25 tratamientos finalizados, 92,0 % concluyeron con éxito, sin alopecia o con alopecia grado I. Tan solo el 8.0 % sufrió alopecia de grado II o grado III.

Este estudio demostró un moderado efecto protector de esta técnica con unos efectos adversos moderados o leves. Indudablemente hacen falta más estudios, pero a la vista de la experiencia, ésta podría ser una práctica recomendable.

Esta práctica comenzó en Estados Unidos en 2015 con resultados aceptables, pero no ha llegado a España hasta aproximadamente el 2018 y hasta ahora, en 2023 no ha comenzado a implantarse en algún hospital público.

Debes saber que no es recomendable en todos los casos, que tiene sus indicaciones y que va a depender del tipo de cáncer, del fármaco empleado, de la dosis, de otras enfermedades concomitantes y de la reacción de cada paciente.

En cualquier caso, profundizaremos en la investigación sobre la terapia de gorro frío y te contaré mucho más según vaya habiendo novedades.

Por último, debes saber que la caída del cabello dependerá, si aparece o no, y si es más o menos severa, del tipo de fármaco empleado, de la dosis y de la duración del tratamiento.

Puede no caerse y notarlo más fino y debilitado, o caerse parcial o completamente; puede caerse sólo el cabello o también: cejas, pestañas, vello púbico… Probablemente descubras más cabellos de lo normal sobre la almohada, en el cepillo o el peine, en el lavabo o en el desagüe de la ducha. Es posible que sientas dolor al tacto en el cuero cabelludo.

La caída del cabello continuará mientras dure el tratamiento, e incluso unas semanas más.

El afinamiento del pelo o la posibilidad de quedar completamente calvo depende del tratamiento.

Habitualmente la caída ocurre de 1-3 semanas después de comenzar la quimioterapia. Y los síntomas continuarán mientras ésta dure. Una vez que la quimio abandona tu cuerpo, tras finalizar el tratamiento, tu pelo volverá a crecer y eso será unas semanas después. No te asustes si al principio ves que tu cabello es muy fino y no muy abundante. El cabello grueso y sano sale tras 1 o 2 meses de haber finalizado el tratamiento. Y tranquilidad, lo más seguro es que tu pelo esté en óptimas condiciones en unos 6-9 meses después. Es curioso que, en aproximadamente el 60% de los casos, se observan cambios en la textura, el grosor e incluso en el color del nuevo pelo.

Así que, ten un poquito de paciencia y …voilà, volverás a lucir tu melena.

En cualquier caso, en Myonco haremos lo posible porque conozcas toda la información y consejitos que necesitarás para partir con ventaja.

Referencias