8
minutos de lectura
Rutina cosmética

Rutina Facial - Tercer Paso: Fotoprotección

¿Por qué te recomendamos siempre la fotoprotección y somos tan insistentes? La razón fundamental es que tu piel está más vulnerable en este momento por las alteraciones que le producen los tratamientos y tienes más probabilidades de desarrollar un cáncer de piel, incluso años después de terminar tus tratamientos. Además, muchos de los fármacos antineoplásicos presentan reacciones de fotosensibilidad y posibilidad de desarrollar cierta pigmentación cutánea secundaria a la exposición al sol. Razones más que suficientes para insistirte en que no te olvides de terminar tu rutina facial de día con la aplicación de un buen fotoprotector.

Escrito por:

¿Y por qué te recomiendo siempre la fotoprotección y soy tan insistente?

La razón fundamental es que tu piel es más vulnerable en este momento, por las alteraciones producidas por los tratamientos y tienes más posibilidades de desarrollar un cáncer de piel, incluso años después de terminar dichos tratamientos.

Además, muchos de los fármacos antineoplásicos presentan reacciones de fotosensibilidad** y posibilidad de desarrollar cierta pigmentación cutánea secundaria a la exposición al sol. Razones más que suficientes para insistirte en que no te olvides de terminar tu rutina facial de día, con la aplicación de un buen fotoprotector.

¿Sabes los que significan las siglas SPF?

¿Y el número de la protección? ¿Qué diferencia hay entre utilizar un factor de protección de 15, 30 o 50? Te lo voy a contar.

SPF son las siglas en inglés “Sun Protection Factor” y es el tiempo durante el cual el protector solar mantendrá tu piel protegida de quemaduras solares. El factor de protección solar multiplica la capacidad natural de defensa de tu piel ante los rayos solares. Si tu piel se pone roja tras 15 minutos de exposición al sol sin protección, al usar un protector con SPF30, significa que esos 15 minutos los multiplicas por 30, lo que te da un tiempo de protección de 450 minutos. Otro ejemplo, si usas un protector con SPF15, multiplica los 15 minutos que aguantas sin quemarte sin protección por los 15 del SPF y te da un resultado de 225 minutos como tiempo de protección.

A primera vista te puede parecer mucho tiempo y que con el factor de protección 15 es más que suficiente pero no todo es tan sencillo ya que influyen factores como el sudor, el roce, el agua... Por eso, te aconsejo el factor de protección más alto.


¿Sabes qué es la fotosensibilidad y por qué ocurre?

Se produce cuando la exposición de tu piel a la luz solar o a otras fuentes de luz intensa desencadena una reacción exagerada en la piel, apareciendo erupciones, enrojecimiento y dolor, lo que se denomina fotosensibilidad. Ocurre cuando un fármaco (diuréticos, antipsicóticos, antiinflamatorios, quimioterápicos), químico (productos cosméticos) o incluso alguna planta o alimento, aumenta la sensibilidad de tu piel a la luz.

¿Qué te puede ocurrir? Los síntomas de la fotosensibilidad en la piel pueden variar, pero suelen manifestarse como una erupción cutánea roja y dolorosa, parecida a una quemadura solar. Además, es posible sentir picazón, inflamación y sensación de ardor en las áreas afectadas. Estos síntomas suelen aparecer poco tiempo después de la exposición a la luz, pueden durar varios días y con distinta intensidad según cada persona      

¿Qué daño pueden provocar las radiaciones solares en la piel?

Antes de contarte los daños que pueden provocar las radiaciones solares, te diré que la acción de la radiación solar en el ser humano posee efectos fundamentales para la salud. De sobra son conocidos los efectos de la radiación solar en la síntesis de vitamina D, que asegura la mineralización de los huesos, los cartílagos y los dientes, es fundamental en el mantenimiento de la función muscular y, además, “contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario y está implicada en el proceso de división celular” (según Comisión Europea, 2016). Por otra parte, la luz del sol ejerce un reconocido efecto antidepresivo ya que influye en el estado de ánimo; y tomado con moderación, puede mejorar algunas alteraciones dermatológicas como el acné, la psoriasis y el eccema atópico.

Sin embargo, abusar del sol entraña graves daños que dependerán de la franja horaria y del tiempo de exposición.

Para que te hagas una idea de lo importante que es la fotoprotección, te hago un pequeño resumen de las diferentes radiaciones que emanan del sol y su acción en tu piel ya que voy a dedicar un post sólo a la fotoprotección en general, pues su importancia lo merece.

¿Cuáles son las Radiaciones Solares?

UVA: Los rayos ultravioleta A afectan tanto a dermis como a epidermis, formando radicales libres en el momento que los rayos UVA inciden en la piel. Dan lugar a pigmentación inmediata, alteración de ADN, fotoenvejecimiento, fotocarcinogénesis, fototoxicidad, fotosensibilidad, fotoalergia y alteración del sistema inmunitario.

UVB: Los rayos ultravioleta B interactúan sólo con la epidermis y causan daño directo al ADN de las células de la piel. Dan lugar al bronceado, la síntesis de Vitamina D, el eritema actínico, el engrosamiento del estrato córneo, alteraciones del sistema inmunitario y fotocarcinogénesis.

IR: Los Rayos Infrarrojos tienen acción calorífica, enrojecimiento, aumento de la temperatura y, además, potencian los efectos negativos de las radiaciones ultravioleta.

Y una vez que te he explicado el motivo de la utilización de un buen fotoprotector pasamos a la acción:

¿Cómo elegir un fotoprotector adecuado?


  • Para empezar, es fundamental elegir fotoprotectores solares que sean de amplio espectro (o, lo que es igual, UVB+UVA). Los protectores que no lo mencionen o solo diga SPF cubren contra los rayos UVB, pero NO protegen contra los UVA
  • Galénica o forma cosmética: Desde luego, en cuanto a la elección de la galénica del fotoprotector... la respuesta es clara: ¡El fotoprotector que sientas más cómodo en tu piel! Son muy agradables aquellos con texturas ultraligeras, aunque eres tú quien debe probarlas y sentir aquella que más te guste.
  • Elige emulsiones no comedogénicas (loción, emulsión fluida o crema).
  • Tipo de filtro: los fotoprotectores con filtro físico mejor que con filtro químico ya que el filtro físico contiene sustancias minerales que no producen reacciones fotoquímicas si no que actúan como pequeños espejos que van reflejando y haciendo rebotar los rayos UVB y UVA por completo impidiendo que la radiación alcance la piel. Es lo que se conoce como pantalla total o bloqueador solar. A pesar de que su efecto dura menos tiempo y se debe aplicar con más frecuencia, es mucho mejor tolerado por pieles sensibles como la tuya en este momento. Mientras que los filtros químicos, los llamados protectores solares, se activan mediante reacciones fotoquímicas al recibir los rayos UVB, UVA e infrarrojos absorbiendo y modificándolos, haciendo que disminuya el impacto sobre la piel. Para que la reacción sea eficiente, se necesitan unos 30 minutos desde su aplicación y por esto se debe suministrar dentro de ese tiempo antes de la exposición al sol.
  • Evita las formas “nano” (tamaño inferior a 100 nanómetros), por la facilidad de algunos nanomateriales para penetrar la barrera cutánea y acumularse en nuestro organismo, y no existe evidencia que asegure su inocuidad
  • Que sea estable y resistente al agua y al sudor
  • Libre de disruptores endocrinos como homosalate y octocrylene.
  • Libre de perfumes o fragancias
  • Libre de alcoholes, conservantes, sensibilizantes y de aceites esenciales.


¿Cómo debes aplicarte el fotoprotector?

Para finalizar, voy a explicarte cómo debes aplicarte el fotoprotector.

Aplica el producto en todo el rostro sin olvidar las zonas pequeñas o de difícil acceso, como el contorno de los ojos.

El protector solar facial es siempre el último paso de tu rutina de cuidado de la piel, antes de la base de maquillaje, si te maquillas.
En primer lugar, aplica la crema hidratante, para sellar el nivel de agua en la piel. Deja pasar un minuto y una vez se ha absorbido, aplica el protector solar facial. Debido a que la función de estos productos es proteger la piel de los rayos UVA/UVB siempre deben aplicarse al final de la rutina de cuidado facial. ¿Cuál es la cantidad correcta de protector solar que debo aplicar en el rostro? La cantidad óptima de protector solar que tienes que usar para el rostro es de 2 mg/cm2. Para asegurarte que aplicas esta cantidad correcta, tengo un truco: sigue la “regla de los 2 dedos”. Aplica la cantidad que cubre el dedo índice y el anular en la totalidad del rostro.


¿Cuántas veces al día debo usar protector solar?

Como mínimo, es importante aplicar protector solar facial 1 vez al día… ¡Tanto en verano como en invierno! (sí, incluso en días nublados) ya que protege tu piel y previene la acumulación de daño solar.

Si vas a practicar actividades al aire libre o a exponerte al sol de manera prolongada, tendrás que volver a aplicar el protector solar cada 2-3 horas ya que se ve afectado por diversos factores como el roce, el sudor o el baño.

Recuerda que el sol no solo provoca el 80% del envejecimiento de la piel, si no que la exposición solar sin protección se relaciona con el 90% de los diagnósticos de cáncer de piel.

¡La piel tiene memoria y protegerla es fundamenta.

Con esto termino los 3 pilares básicos de tu rutina facial, pero me falta hablar sobre mascarillas hidratantes, maquillajes, sombras, lápices cosméticos, cosméticos nutritivos, contarte si puedes o no exfoliar tu piel o aplicarte peelings en este momento, cuidados del cabello, de las pestañas, de las cejas, de las uñas, de la piel de tu cuerpo, incluidos tus pies. Así que os espero en los próximos posts.

Si tienes dudas déjalas en comentarios y las contestaré lo antes posible para que sirvan al resto de la comunidad Myonco.

Nos vemos en el camino.


Referencias

.  Herrerías, G. La guía definitiva para el cuidado de la piel. Diciembre 2020. Ed. Sublime diseño de Soluciones. 2ªedición.

. Fernández, E. Guía de Cosmética Oncológica. Criterios de selección de un buen cosmético. Febrero 2020. Ed. Punto Didot.

.  Zamarrón A, Lorrio S, González S, Juarranz A. Fernblock prevents dermal cells damage induced by visible and infrared a radiation. Int J Mol Sci. 2018.

.  www.aecc.es

.  Manual de Dermatología, 2.ª edición. Editores: J. Conejo-Mir, J. C. Moreno, F. M. Camacho, pp. 2-27. ISBN Volumen I: 978-84-7885-628-2. ISBN Obra completa: 978-84-7885-627-5. ISBN Volumen II: 978-84-7885-629-9

.  https://www.cancer.gov/espanol/