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Efectos secundarios

Consejos prácticos para afrontar: Náuseas y vómitos

En esta serie de artículos te damos las recomendaciones prácticas necesarias para afrontar algunos de los efectos secundarios más habituales durante el tratamiento. Las náuseas y vómitos son uno de los efectos más incómodos de llevar, ya que afectan directamente a tu calidad de vida y al ritmo normal de tu día a día. Estas recomendaciones te ayudarán seguro, y servirán de guía práctica.

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Las náuseas y los vómitos son, sin duda, dos de los efectos secundarios más frecuentes y desagradables del tratamiento oncológico. Si esta es tu situación, ten en cuenta que serán pasajeros y que vamos a darte las claves para que sean menos molestos y te recuperes antes.

En la aparición de náuseas y vómitos no sólo influye el tipo de tratamiento que se te administra si no también, la localización del tumor. Esta sintomatología es más frecuente en los tumores gastrointestinales, hepáticos o cerebrales.

Producida por tratamientos sistémicos

Determinados tratamientos sistémicos pueden producir náuseas y vómitos en más de  un 90% de los pacientes. Hay factores que influyen en su mayor frecuencia de aparición y severidad entre los que se encuentran: pacientes jóvenes, mujeres, ausencia de antecedente de alcoholismo y el tratamiento concomitante con radioterapia.

Aquí te dejo una lista con los tratamientos sistémicos intravenosos y orales que ocasionan náuseas y vómitos con mayor frecuencia:

  • Riesgo alto (>90%): cisplatino, combinación de antraciclina/ciclofosfamida, ciclofosfamida > 1500 mg/m2, dacarbacina, procarbacina, carmustina...
  • Riesgo moderado (30-90%): alemtuzumab, carboplatino, bendamustina, ciclofosfamida <1500 mg/m2, doxorrubicina, epirrubicina, ifosfamida, irinotecán, oxaliplatino, temozolomida, trabectedina, crizotinib, imatinib, vinorelbina...

Tienes que saber que los vómitos, según su momento de aparición, pueden ser:

  • Agudos: son los que aparecen entre 1-2 horas después del comienzo de la quimioterapia hasta las primeras 24 horas de la administración del tratamiento.
  • Diferidos: son los que se presentan más tardíamente, pasadas las 24 horas de la administración del tratamiento de quimioterapia.
  • Anticipatorios: son aquellos que aparecen antes de la administración del tratamiento y que se suelen originar por una mala experiencia anterior (como haber presentado episodios de vómitos mal controlados durante los ciclos previos de quimioterapia). A esto se denomina: reflejo condicionado. Se puede desencadenar por diferentes “estímulos previos” que acaban asociándose a la quimioterapia, como puede ser un olor percibido en la sala de tratamiento o el consumo de alimentos específicos. Estos vómitos son muy rebeldes al tratamiento y es clave  evitar ese estímulo previo que lo desencadena para mejorar su control.

Estos vómitos anticipatorios como hemos comentado, pueden desencadenarse al relacionar el consumo de alimentos específicos con la quimioterapia. Puede afectar tanto a alimentos nuevos como a aquellos que ya se consumían con regularidad y que se ingieren justo antes del tratamiento. Te aconsejamos que elijas siempre una misma bebida o comida antes de la quimioterapia para concentrar tu aversión y evitar el rechazo a otros alimentos necesarios para una alimentación equilibrada.

Producida por radioterapia

En cuanto a la radioterapia, la aparición de náuseas y vómitos se suele relacionar con la localización del volumen de tratamiento, la dosis administrada y la administración concomitante con quimioterapia. La radioterapia administrada principalmente en la región abdominal o en el cerebro es la que se suele asociar más con la aparición de esta sintomatología.

Y ahora viene lo más interesante...si tienes náuseas y vómitos. ¿Qué puedes hacer?

Recomendaciones generales

  • Evita comer antes del tratamiento, mínimo 2 horas.
  • Tómate la medicación antiemética pautada con suficiente antelación.
  • No te obligues a comer si tienes náuseas o vómitos, realiza respiraciones profundas y relájate para que mejore el mal estar.
  • Utiliza ropa holgada para comer, es mejor que no te apriete.
  • Después de comer descansa, pero permanece sentado o incorporado durante 2 horas tras las comidas.
  • Evita estancias con olores fuertes y desagradables y permanece en una habitación bien ventilada con ambiente relajado.

Recomendaciones dietéticas

  • Come despacio, en pequeñas cantidades y varias veces al día (6-8 veces). Evita los periodos de ayuno para sentir menos náuseas.
  • Consume los alimentos fríos o templados.
  • Consume los alimentos saludables que más te gusten y evita cocinar o comer alimentos con olores fuertes o desagradables.
  • Bebe suficientes líquidos y evita tomarlos calientes. Prueba a incluir hielo en la bebida.
  • Si tienes vómitos frecuentes no comas durante unas 4-8 horas, pero asegúrate de estar muy bien hidratado. Bebe pequeños sorbos de agua y/o suero de rehidratación (Sueroral Casen®) de manera regular. Te puede ayudar tomar gelatinas o agua gelificada y las infusiones de jenjibre. Conforme te vayas sintiendo mejor, inicia la alimentación con caldos de verduras o de pollo y posteriormente incorpora purés y cremas cada vez más espesas hasta ingerir la alimentación completa.
  • Evita el consumo de alcohol.

¡Prepara tus recetas!

  • Los alimentos sólidos que mejor se toleran son el arroz, la pasta y la patata.
  • Potencia el consumo alimentos secos (galletas, cereales, frutos secos, pan tostado…). Tómalos varias veces al día.
  • Evita condimentar los platos en exceso o utilizar salsas. Puedes añadir un toque de menta, jengibre o utilizar condimentos suaves como la canela.
  • Evita las grasas, los fritos, los productos azucarados y los picantes.
  • Incluye helado casero en el postre.
  • Infusiones que pueden ayudarte… (consulta con tu oncólogo para confirmar que no exista ninguna interacción con ninguno de tus tratamientos).
  • Toma infusiones de jengibre, canela y manzana. Tienes que tener en cuenta que el jengibre es un excelente antiemético.
  • Otra infusión que puede ayudarte es el té mu. Se trata de una mezcla de 16 plantas escogidas por su efecto sinérgico y en su composición destacan el jengibre, la canela, la piel de naranja, la raíz de angélica, el regaliz, el ginseng y el clavo. Esta composición mejora también el estreñimiento, te da energía y no impide tu descanso ya que apenas contiene teína. **Las infusiones en general, es mejor prepararlas en tetera de hierro esmaltado o barro para que no tengan contacto con el metal y lo ideal es dejarlas reposar de 10 a 15 minutos.
  • Cocina los alimentos al vapor, hervidos o la plancha a baja temperatura.

Se que esto puede parecer un mundo, pero siguiendo estos consejos será más fácil para ti afrontar estos efectos para tener una mejor calidad de vida.

Para eso estamos aquí.

Referencias

  • Greenlee H, Balneaves LG, Carlson LE, et al; Society for Integrative Oncology. Clinical practice guidelines on the use of integrative therapies as supportive care in patients treated for breast cancer. J Natl Cancer Inst Monogr. 2014 Nov;2014(50):346-58.
  • World Cancer Research Fund/American Institute for Cancer Research. Food, nutrition, physical activity, and colorectal cancer [Internet].2017 [Consultado 25 julio 2023]. Disponible en: https://www.wcrf.org/wp-content/uploads/2021/02/Colorectal-cancer-report.pdf
  • Carmona Bayonas A, Jiménez Fonseca P. Cuidados continuos: Cuidados de soporte y paliación [Internet]. Sociedad española de Oncología médica; 20 Febrero 2023 [ Consultado 31 julio 2023]. Disponible en: https://seom.org/guia-actualizada-de-tratamientos/cuidados-de-soporte